Dios desea que usted lo conozca a través de su amado Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Gracias por su visita!
martes, 31 de mayo de 2011
Madrugaré a Buscarte
sábado, 28 de mayo de 2011
La humildad, ¿quienes la poseen?
jueves, 26 de mayo de 2011
Juventud
!Dios continúe llenando nuestras vidas de su amor inagotable!
"...Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno." 1ra. Juan 2:14
Mis amado hermanos, es mi anhelo que esta nota pueda ser de bendición y estímulo para cada uno de ustedes. Nosotros, los jóvenes de la iglesia del Señor, tenemos la bendición de estar respaldados por nuestro amado Dios, y El espera nuestra fidelidad, integridad, entrega y amor por su obra. Sin embargo, mientras estamos en este mundo, el enemigo no dormirá en maquinar trampas de diversas índoles para hacernos pecar, para romper el altar de adoración que el Señor ha puesto en nuestros corazones y entretenernos en cosas que no agradan ni glorifican a Dios. Ejemplos de estas trampas la constituyen: Evitar que...
- Pasemos tiempo hablando con Dios en oración,
- Nos dediquemos a estudiar la Biblia y compartir con otros su mensaje,
- Nos reunamos los días de culto,
- Hablemos de temas espirituales entre nosotros,
- Pongamos a disposición de Dios nuestros dones y talentos para el servicio.
- Maduremos espiritualmente y
- Tomemos con seriedad a Dios. Entre otros.
La triste realidad es que muchos jóvenes no han despertado ante esta realidad. No están preocupados por madurar espiritualmente. No tienen metas ministeriales para servir en la congregación. La pasión por la oración es ausente en ellos. No hay compasión por las almas perdidas. En fin, poco a poco se va desvaneciendo lo espiritual en ellos. Peor aún, no han descubierto que Satanás los tiene durmiendo. Su frecuencia de asistencia a la iglesia parece estar impulsada por una especie de compromiso involuntario (Quizás por mamá, papá, los pastores y ministros, obligación o el "qué dirán si no voy", o "con ir ya cumplí"). Si alguien piensa que me agrada escribir así, sepa que no. Hago esto con dolor, pero también con esperanza, con la esperanza de que alguien también descubra esta realidad y no se quede de brazos cruzados ante tal necesidad de actuar para el progreso espiritual de los jóvenes. Sé que esta no es la situación que representa a todos, pero si esta es la realidad que observamos en muchos, necesitamos orar por ellos, motivarles y ayudarles a que despierten. Dios nos creó con propósitos maravillosos y no es maravilla que el maligno pretenda frustrarlos.
Jóvenes, en Cristo nosotros somos fuertes y más que vencedores. Somos hijos de Dios y como sus hijos, no andemos en tinieblas. No demos cabida a la seducción del tentador. No nos dejemos engañar. Hoy en día, muchos jóvenes, mayormente los que no han acudido al Señor, son engañados en lo siguiente: Pornografía, Música pagana, drogas, las fiestas e influencia de malos compañeros, modas, novelas, películas con mensajes que no edifican, dinero fácil, adulterio y alcohol. A los Jóvenes de la iglesia, si bien es cierto que el maligno también intenta hacerlos caer en esas cosas, los engaña por medio de distracciones que les quitan la oportunidad de crecer en Cristo y servir a Dios. Pero si la palabra de Dios permanece en vosotros "...habéis vencido al maligno" Juan 2:14
Hno. Gerson Pascal (Yeison)
miércoles, 25 de mayo de 2011
LA MADUREZ ESPIRITUAL
"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos." Romanos 8:29
Para mí, la madurez espiritual es la etapa de nuestra vida cristiana en la que llegamos a ser semejantes a Cristo. Para eso estamos aquí, para tener el carácter de Jesús. No para ser omnipresente u omnipotente como El lo es, sino para tener las mismas caracteristicas de piedad, amor, humildad, pureza, santidad, sencillez, compasión, misericordia, bondad, paciencia, gozo y justicia con que Cristo vivió. Dios desea que nosotros aprendamos a pensar, sentir y actuar como Cristo. De hecho, esa debe ser la meta suprema de nuestro crecimiento espiritual: Paracernos a Jesús. El crecimiento espiritual es solo el proceso para llegar a parecernos a Cristo. En ese proceso aprendemos (somos discípulos), sufrimos, amamos y nos gozamos.
Para alcanzar la madurez espiritual es necesario estar en un proceso que lleva tiempo. La madurez no se adquiere de manera automática ni instantanea. Requiere DISCIPLINA y mantener la constancia en ciertos hábitos espirituales de crecimiento (oración, estudio de la palabra de Dios, comunión con otros, servicios, entre otros). Podría decir que es una tarea casi imposible lograr la madurez sin estar prácticando estos hábitos espirituales. Si desamos llegar a ser como Cristo, debemos seguir el ejemplo de él, es decir, hacer lo que El hacía. La palabra de Dios moraba en El, por la Biblia sabemos que El duraba largas horas hablando con el Padre, el había venido para servir y no para ser servido, tuvo comunión con sus discípulos y contacto frecuente con la gente. La vida cristiana no solo se conoce, se experimenta !Se vive de manera genuina!. Cualquiera que no tenga como meta el llegar a ser como Cristo, pienso que está perdiendo el tiempo en cosas para las cuales Dios no lo creó. !Animo hermanos! Estoy seguro de que Dios está interesado en ayudarnos en el proceso de alcanzar esta meta suprema.
"Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo". Efesios 4:13
Hno. Gerson Pascal (Yeison)
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